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martes, 14 de diciembre de 2010

La verdad del cuento de Navidad

- En mi anterior entrada, he publicado un "Cuento de Navidad" he querido compartirlo con vosotros porque forma parte de una casualidad, bueno o un milagro o como querais llamarlo.

Sucedio ese mismo año pero en enero. Hacia dos meses que habiamos tenido que sacrificar a nuestra perra " Negrita" tenia diecisiete años y estaba muy pero que muy viejecita.

Yo enseguida quise tener otro perro pero mi marido no, estaba un poco cansado de tantas obligaciones, él la sacaba siempre a pasear y se ocupaba de todos sus cuidados - si no lo hago yo , no lo hace nadie - decia.

La cuestión es que ante tanta insistencia por mi parte, puso una unica condición,
- si entra otro perro en esta casa, tiene que ser un Yorksire pequeñito, para que pueda salir a la terraza y no me obligue a sacarlo tanto -

Claro, un Yorksire era y es hoy en día, un perro caro y para no querer tener ninguno, no podia pedirle que me lo comprara, asi que pensé( y no solo un vez, si no cada uno de los dias siguientes a la muerte de "Negrita") que algun día, caeria un cachorro de Yorksire del cielo por arte de magia.... !que razón tenia¡

Como ya he dicho otras veces, intento ser muy estricta con respecto a la fireridad de los hechos que incluyo en estas notas, no tendria sentido adornar mis relatos con fantasias, ya que el fin de este blog, es analizar todas estas casualidades por si algun día, encuentro una respuesta a ellas. Solo en el caso del Cuento de Navidad que leereis más abajo, he utilizado la imaginación para construir la historia, pero lo que os explicaré a continuación fué exactamente lo que pasó.

LLegaba tarde a la oficicina asi que cogi un taxi, creo que sería el día ocho o diez de enero(no puedo recordarlo) justo entré y me acomodé en el coche cuando vi en el suelo una foto, bueno era la estampa de un santo, estaba muy arrugada y parecia bastante vieja, la cogi y se la enseñe al taxista con la intención de darsela, estaba claro o que era de él o que a alguien se le habia caido. No la quiso, dijo que me la habia encontrado yo y que a mi tenia que darme suerte, asi que me la guarde en el bolso.

No recuerdo exactamente que hice aquella mañana, solo sé que sobre las 13h, me encontraba delante de "La Caixa" de la Avda. Diagonal de Barcelona y alli estaba ella, tal como relato en el cuento, la vi y enseguida note que estaba perdida, entré en el banco y en las tiendas cercanas, deje mi nº teléfono por si alguien la reclamaba pero no, afortunadamente nadie llamo.

San Expedito (el Santo de la estampita) es desde entonces nuetro mejor amigo, quien me conoce bien, conoce tambien a San Expe (que es como le llamamos cariñosamente) y en la iglesia de Sant Jaume de Barcelona, no caben tadas las velas de agradecimiento que le ponemos.

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